SIRENIA En Colombia



SIRENIA Bogotá, Teatro Metro Martes 2 de marzo del 2010

Este concierto se llevó a cabo en medio del sonado paro de transporte público que afectó a la capital de la república a inicios de marzo. Que tanto pudo afectar este hecho en la respuesta del público es algo que desconozco pero lo evidente fue la gran ausencia de la mayoría de seguidores del metal gótico a esta vibrante cita. Si en las calles no se hallaban buses, en las puertas del recinto no se apreciaban las típicas vayas de contención o personal de seguridad. Estaba claro entonces que la velada sería para unos cuantos privilegiados.

Una vez dentro y con contados individuos en la platea, los bogotanos Abadoom calentaron el ambiente con su rock gótico. Su vocalista principal y tecladista Carolina Melo se enganchó a la audiencia con gracia y humildad, el grupo pese a no gozar del mejor sonido resultó bien parado. En los coros y el bajo se destacó Luisa Pradilla, enseñando que en esta banda las mujeres rockean tanto como los hombres (Juan Camilo Álvarez en la guitarra y Christian Gaitan en batería) que complementan la formación. Dentro de su repertorio incluyeron una emotiva versión de los suecos Therion, To Megatherion ganándose a la audiencia. Por fortuna el grupo tuvo el tiempo necesario para exponer su propuesta y finalizar con venia y aplausos. Así es como nos gusta ver a nuestras bandas intervenir en los shows de artistas extranjeros.

Sin mucha demora apareció la titánica figura Morten Veland en tarima para alegría de los fieles que pese a las dificultades llegaron al teatro del barrio Teusaquillo. Junto al vikingo marcharon a su puesto el baterista chileno Jonathan Perez, el guitarrista Michael Krumins y la vocalista española Ailyn, esta última con un traje a blanco y negro digno de la envidia de cualquier chiquilla gótica. La acción empezó con la cautivante melodía que proporciona The Path To Decay, primer sencillo de su más reciente producción de estudio The 13th Floor. A continuación llegó Sundown, tema donde apreciamos a Veland rugiendo en contraposición a la dulzura que imprime la delgada vocalista, una mezcla bastante usual en este tipo de metal pero que en Sirenia no resulta forzado o hasta jocoso como ocurre en otras agrupaciones.


Momento para que la banda se mueva a su disco del 2003 An Elixir For Existence y nos brinde Euphoria, con las melenas de los dos guitarristas sacudiéndose para revivir esa brillante obra. Por su parte, el nuevo álbum es una mezcla más dinámica de guitarras fuertes y coros grandilocuentes pasados por el filtro melancólico que Veland sabe construir. The Seventh Summer fue una buena muestra de lo anterior. Pese a que el conjunto a cambiado de vocalista femenina en cada álbum, esto no parece afectar la línea conceptual de su sonido y Ailyn sabe como representar a plenitud temas del pasado. Tal es el caso de Star-Crossed y One By One que prosiguieron en el show.


En este punto el sonido en la sala era muy bueno y la audiencia pese a ser menor de la esperada (alrededor de doscientas personas), hacían un ruido enorme con cada tema que iba aflojando el combo escandinavo. No dejo eso si de llamarme la atención el hecho de que la formación no contará con un bajista en vivo. Dicha labor junto a sus pomposos teclados y holgados coros son recreados por samplers, lo cual adultera el concepto orgánico y realista de asistir a un concierto. Supongo que Veland prefiere concentrarse en mantener bajo control el apartado de las guitarras, percusión y vocales, y así permitir que sus magnificentes arreglos de estudio sean percibidos por la audiencia sin chance de defraudar.


Proseguimos con más material nuevo de la mano de Lost In Life que sonó magistral y Led Astray donde la frontwoman hizo levantar los puños de los presentes al unísono. Ya era hora de ir a los días en que Morten Veland abandonó el campamento Tristania y decidió publicar At Sixes and Sevens bajo el nombre de Sirenia, dando prioridad a los guitarreos y la agresividad. Esta noche presenciamos de su disco debut Meridian. El público estuvo muy caliente de inicio a fin, se notaba que los pocos que vinieron sabían lo que buscaban y esto subió el animo a la banda que se entregaba sin contemplaciones.

Hablemos de Ailyn, esta joven que con su vestido ceñido en la parte superior y espaciosa falda robó las miradas. Bien es cierto que la ibérica no posee las dotes operáticas de una Tarja Turunen o Simone Simons de Epica, sin embargo posee un gran carisma y una gracia autentica, virtudes de las cuales por cierto adolece la segunda. La antigua participante del Factor X español tiene una voz suave y calida, moviéndose con sensualidad por el escenario y conectando con los fans. Eso sí, resulta una pena que al compartir nuestra lengua se haya dirigido tan poco al público entre canciones. Esta función la ejerce el rubio líder y guitarrista en ingles, con lo cual nos quedó claro que no solo compone en la banda sino gusta protagonizar los shows.



El cierre de la presentación tuvo entre otros temas Sister Nightfall, el clásico The Other Side, Lithium and a Lover y Downfall. La banda se marchó y regreso a la tarima, pero cuando pensamos que las cosas terminaban allí retornaron para cerrar con My Mind´s Eye ante el delirio de sus incondicionales. Veland se vio muy contento de poder adentrarse en tierras suramericanas con su banda y prometió un regreso que como consecuencia de la baja concurrencia queda en entredicho.


Una hora y treinta minutos de exquisito metal gótico. Grata oportunidad para presenciar como un reputado músico de la escena escandinava esbozaba su furia, emoción, dolor y delicadeza en inquietantes piezas. Si bien Sirenia va trasegando atmósferas cargadas de esplendorosos matices orquestales y corales, su fuerza metálica es indiscutible. Tal vez sean ninguneados por los adeptos al metal mas pesado y tradicional o incluso ajenos para buena parte de la gente de la movida gótica en el país, pero algo es innegable: la pureza de las composiciones y la dedicación que ofrece la banda en directo son un completo lujo.

POR: ROCKOMBIA.